jueves, 5 de julio de 2007

Agarrate: ¡Catalinas!

olaborar con la vinculación, estímulo y difusión del arte que surge de la actividad independiente de mujeres y hombres comunes, de cada barrio, de cada comunidad, es el propósito de El hormiguero.
Por esa razón cruzamos el Riachuelo, para encontrarnos con los protagonistas del teatro comunitario con mayor trayectoria en este ambiente: el Grupo de Teatro Catalinas Sur. Esta agrupación, que funciona desde 1983, está ubicada en el barrio de La Boca y sus principales obras son El Fulgor Argentino, Venimos de muy lejos y La Catalina del Riachuelo, entre otras.
El reconocimiento del “gran público” no los ha desplazado de su idea fundante, una concepción del arte participativa y plural: “Somos vecinos que hacemos teatro para otros vecinos y que vemos en el arte una forma de comunicarnos y de transformar la sociedad”.
Entre otras actividades, se desarrollan diversos talleres, como el de títeres que cumple su décimo año. Entrevistamos a Ximena Bianchi, vecina del barrio y directora del grupo de titiriteros. De personalidad dinámica y cuerpo movedizo, afable y conversadora, cuesta imaginarla desapareciendo tras el cuerpo de un muñeco cuando se apagan las luces y comienza la función.

¿Cómo es expresase a través de los títeres en lugar de hacerlo con la exposición del propio cuerpo?

Los títeres son un lenguaje, así como lo es el “teatro de personas” o la música. Además de los muñecos, en los espectáculos trabajamos con varias técnicas, canto, actuación. Uno elige la técnica que más le sirve para dar el mensaje que quiere. Nos gustan mucho los títeres, nos parece que tienen una potencia de llegada muy interesante en el espectador.

En general, el teatro de títeres es considerado un género menor...

Tiene cosas a favor y en contra: la gente a los muñecos les perdona todo, por esa recepción tan especial, emocionan más. Pero es tomado como un arte menor porque mucha gente se queda solo con eso. Con que el títere se mueva no alcanza. Nosotros estamos totalmente en contra de esa idea. Un buen espectáculo para niños, lo disfruta también el adulto. Este tipo de espectáculo toca los temas con un lenguaje comprensible para niños, pero un adulto tiene que poder disfrutar de eso, no alcanza solo con la simpatía del títere.

En cuanto a la idea sobre el arte, Ximena plantea la función social que el mismo debe cumplir.

¿Cómo es concebido el arte en Catalinas?

Nosotros creemos en el arte como transformador social. El arte implica, entre otras cosas, imaginación y en esta sociedad es una de las primeras cosas que nos cortan. Si uno no tiene imaginación no puede pensar un mundo mejor. A partir de que uno puede empezar a imaginar, puede pensar otro mundo. Los grandes cambios surgen de cambiar las pequeñas cosas. Cuando se da cuenta de que juntándonos un proyecto colectivo empieza a tomar carrera, la gente se entusiasma y le da mucha potencia. Esto es muy transformador en una sociedad donde nos han vendido el “quedate en tu casa quietito y no te juntes con el otro que es malo”. Nuestra manera de resistir es juntarnos, generando un hecho artístico en donde seamos protagonistas de la cultura y no consumidores. Y a partir de esto transformarnos a nosotros mismos y a nuestros vecinos.

En línea con esta concepción del arte, Catalinas y el Grupo de Teatro Calandracas, propusieron a vecinos de otros barrios generar sus propias experiencias expresivas, a partir del relato de sus historias. De esta iniciativa han surgido 28 agrupaciones teatrales comunitarias que actualmente conforman una red, apostando al trabajo conjunto, aunque cada agrupación tenga su autonomía.

¿Cuál fue la respuesta de la gente ante estas propuestas?

El auge del teatro comunitario surgió en el 2001, consecuencia de la situación social de entonces, porque la gente necesitaba a su vecino. Ante la necesidad, la gente empieza a juntarse. El tema es cómo sigue, porque la sociedad argentina es muy individualista, entonces prevalecen las diferencias. Las diferencias entre los seres humanos siempre existirán, pero el aglutinarse bajo un objetivo común hace que cuando el carro anda se acomoden los melones. Ahora el mercado también separa, hay muchos rubros para cada edad, preferencias, porque es lo que conviene económicamente. Lo que hay que lograr son cosas que nos unan, recomponer el tejido que está roto.

Catalinas apuesta al arte como una dimensión más a desarrollar en la vida de cada uno de nosotros y no como una capacidad inherente a determinados sectores sociales o personas “talentosas”: “Creemos que el arte como transformador social nos pertenece a todos. Los artistas no deben estar separados de la gente”, sostiene Ximena. Así es que los espectáculos integran gente de todas las edades: Tobías y Zoe Mitre, de 7 y 5 años, también manejan títeres. Tobías llegó al grupo cuando tenía solo 4 meses, ya que su mamá participaba allí. Actualmente, Toby está a cargo de uno de los murciélagos, los grillos y las luciérnagas de La Niña de la Noche y comparte las actividades con Zoe, su hermanita.
Este grupo de utópicos, como suelen definirse, ha conseguido mucho más que premios y fama: ha impulsado el arte popular, ha contagiado las ganas de modificar la sociedad a partir del arte y la convicción en lo que se hace y lleva a cabo una admirable tarea artística y social. Todo esto han logrado “En un mundo que habla de la muerte de las ideologías, donde la inseguridad hace que estemos quietitos en casa”, como dice Ximena.




Grupo de Teatro Catalinas Sur

Dónde está: A. Pérez Galdós 93, La Boca
Contacto: 4307-1097 / 4300-5705
www.catalinasur.com.ar


Si querés ver las notas completas, buscá El Hormiguero versión papel!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Che, q buena nota. Q mina piola la Ximena, las cosas q dice. Felicitaciones a la revista, a la Ximena y a las Catalinas

Anónimo dijo...

Qué interesante lo que dice la entrevistada: "El arte implica, entre otras cosas, imaginación y en esta sociedad es una de las primeras cosas que nos cortan. Si uno no tiene imaginación no puede pensar un mundo mejor".

Justamente, en la fábrica y en la TV, en la oficina y en el "arte" industrializados lo que nos empobrecen es la imaginación.

Muy buena la revista. Para imaginar mundos mejores, ya que hay gente como ustedes que lo hace desde el periodismo, otros desde los títeres, desde el teatro, la pintura, la murga, la música. Y, por supuesto, es necesario que se haga también desde la política.

Saludos

Anónimo dijo...

Súper polenta la Ximena ésa. La tiene clara. Como ustedes, muy buena la página. ¿Dónde se consigue la revista?